domingo, 12 de diciembre de 2010

La Plazoleta del Barrio Obrero ya no tiene nombre de fusilador

El HCD aprobó por mayoría el proyecto de cambio de nombre de ese espacio público en una jornada histórica. Decenas de vecinos celebraron el resultado de la votación. La plaza lleva el nombre ahora de Juana Azurduy, la heroína de las guerras de la Independencia, ascendida a Generala del Ejército Argentino por la presidenta Cristina Fernández en julio del año pasado. La iniciativa de la Comisión por los DDHH tuvo un debate inédito antes de la sesión, que comenzó una hora más tarde. (Foto Hugo Tiseira).


En el Día Universal de los Derechos Humanos, el Concejo Deliberante de Trenque Lauquen aprobó por mayoría el proyecto de ordenanza de cambio de nombre a la Plazoleta “Pedro Eugenio Aramburu”, por iniciativa de la Comisión por los Derechos Humanos local.

La plaza lleva el nombre ahora de la heroína de las guerras de la Independencia, ascendida a Generala del Ejército Argentino por la presidenta Cristina Fernández en julio del año pasado.

Aplausos, gritos de victoria, el sonido de bombos y abrazos fue el desahogo de las decenas de vecinos que presenciaron la votación, en una sesión inédita, que fue atravesada por la incertidumbre.

Con mucho público y las banderas de la Comisión por los Derechos Humanos, el Colectivo Agustín Tosco y la Juventud Peronista, en el recinto se vivió un clima especial, que comenzó a crecer a medida que corrían los minutos. Los bombos de la JP sonaron en los momentos de mayor tensión y fueron seguidos con palmas y cantos por el público que hizo desbordar el recinto.

Desde antes de las 22, se sucedieron las reuniones entre los distintos bloques del HCD. Concejales que caminaban de un lado al otro con el proyecto, negociando hasta las comas de la redacción. Nadie disimulaba que el cambio de nombre de la Plazoleta del Barrio Obrero era el tema que hacía retrasar el inicio de la sesión. Incluso, alguno de los concejales levantaban el pulgar mirando al público cuando parecía que el posible resultado de la votación se encaminaba hacia la victoria. Y se acercaban hasta la barra para confesar que se complicaban las negociaciones.

Es que hasta último momento hubo dos proyectos dando vueltas, el que finalmente se aprobó y uno más Light, redactado por la UCR, que no dejaba en claro si cesaba el homenaje al fusilador.

Durante la semana, el radicalismo había cerrado un proyecto de ordenanza que en realidad le agregaba un nombre a la Plazoleta del Barrio Obrero y no le quitaba el anterior. Pero no todo el bloque radical estuvo de acuerdo con la iniciativa y Alicia Puig y Miguel Fernández fueron los encargados de arrimar los porotos radicales al proyecto original.

Así las cosas, cuando faltaban unos minutos para las 23, el proyecto se inclinaba hacia la derrota, ya que el bloque radical había anunciado que no lo votaba tal cual estaba y en el marco de las negociaciones los concejales del FpV estaban dispuestos a aprobar un proyecto que podía lograr consenso en el recinto, pero que se alejaba de la intención original.

En su discurso –el más aplaudido por el público- Julio Collado anticipó que iban a votar un proyecto, resignando algunas palabras que consideraban importantes. Y cuando parecía que se aprobaba por unanimidad el proyecto más liviano, Garbarino pidió un cuarto intermedio para terminar de pulir la redacción.

Para sorpresa de todos, la secretaria del HCD leyó el proyecto de ordenanza con el articulado original, sin los cambios de la UCR. Estaba claro que la postura de Alicia Puig había triunfado en el radicalismo.

Antes de la votación, pidió la palabra Claudio Figal, quien anunció que votaba el proyecto sólo por mandato de bloque. En realidad fue el único que lo dijo. Por las caras, hubo algunos más que levantaron la mano a desgano. El año pasado, el bloque de la UCR tildó de partidario y chauvinista a un proyecto similar.

Así, se pasó a la votación y el proyecto fue aprobado por mayoría. Carlos Bilbao del Pro y Raúl Feito del FpV votaron en contra.

Unas 50 personas celebraron la histórica decisión con varios minutos de aplausos, entre abrazos y el sonido victorioso de los bombos. Se acababa de concretar un acto de justicia: la plaza “Pedro E. Aramburu” se llama ahora “Juana Azurduy”. Y en el Día Universal de los Derechos Humanos quedó sepultado el homenaje al fusilador.

Fuente: DiarioNep

No hay comentarios:

Publicar un comentario